Yo soy aquel para quien están guardados los peligros,
las grandes hazañas, los valerosos hechos.
Don Quijote, en una de sus muestras de ego idealista
Obra referente de la literatura universal, y casi casi un debería para cualquiera de nosotros.
He leído El Quijote guíado por la interpretación de un crítico literario, lo cual me ha hecho la lectura más amena y comprensible. Pues lo que en la superficialidad puede parecer una cómica novela de aventura caballeresca, tiene un trasfondo mucho más potente y crítico
Cada mazazo, cada hostia, golpetazo, caída del caballo que tiene Don Quijote, podemos verlo como el choque contra la realidad al intentar alcanzar unos ideales que son eso, ideales. Es decir, podemos interpretar estas aventuras como una crítica feroz al idealismo europeo, en contraste con el materialismo y realismo del Siglo de Oro en España. Don Quijote puede recordar un poco al Raskolnikov de Crimen y Castigo (Dostoyevski) en su manera de culpar a otros en la difícil consecución de sus surrealistas objetivos.
Cervantes se atreve a meterle mano, de forma suavona, a un montón de tabúes. E incluso a tirarle a la iglesia, poniendo en ridículo a curas en una época donde había que andarse con cuidado con la Inquisición. Además, cuenta con una serie de intra-historias que mantienen el nivel crítico y que resultan muy actuales, como El curioso impertinente (las relaciones y su solidez bajo sospecha) o la historia de Marcela (retazos de feminismo).
Otra cosa curiosa es la rivalidad de los capítulos finales hacia El Quijote de Avellaneda, esa obra que presuntamente escribieron varios autores desde la perspectiva de la Inquisición, para corregir la visión Cervantina hacia algo mucho más sacro, menos crítico.
Como contra, que la gran extensión hace reincidir en algunos modos y aventuras, sumamente parecidas. Sin embargo, esta es de esas veces en las que sí he tomado "cariño" a un personaje de un libro, y creo que en parte ha sido por la extensión, junto al ánimo que transmiten esas aventuras con esos ideales que persigue (y al contraste con el final)
Podría escribir mucho más. Pero, en resumen, creo que merece la pena leerlo al menos parcialmente.